Metodología y proceso de trabajo

Comenzamos identificando los diferentes tipos de indicadores que debía cubrir el sistema: informativos (feedback contextual) e indicadores de criticidad (niveles de gravedad en información clínica). Para cada uno definimos su semántica, paleta de colores asociada y reglas de uso en distintos componentes. El trabajo se documentó dentro del Design System para asegurar consistencia entre equipos y facilitar la implementación por parte de desarrollo. También realizamos sesiones de validación con stakeholders médicos, que nos aportaron su experiencia y nos ayudaron a ajustar el diseño a sus necesidades reales. Finalmente, se llevaron a cabo tests con usuarios para comprobar la comprensión de los indicadores en un entorno real y verificar su eficacia.
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Retos del proyecto

Accesibilidad

Era esencial que los indicadores fueran comprensibles incluso en situaciones de estrés o con limitaciones visuales.

Se trabajó en contrastes, redundancia visual (color + iconografía) y tamaños mínimos para asegurar legibilidad.

Ilustración de Accesibilidad

Validación con médicos con hábitos arraigados

Los stakeholders llevaban más de 10 o 20 años usando sistemas previos, por lo que existía un fuerte sesgo hacia lo ya conocido.

El reto fue encontrar un equilibrio entre introducir un sistema más moderno y mantener una curva de aprendizaje razonable.

Ilustración de Validación con médicos con hábitos arraigados

Testeo con usuarios reales

Para validar que los indicadores transmitían la información correcta y reducían ambigüedades, realizamos pruebas de usabilidad con médicos. Los resultados nos permitieron ajustar colores, iconografía y nomenclatura hasta conseguir un sistema fiable y fácilmente interpretable.

Ilustración de Testeo con usuarios reales